Considerada la joya del turismo de la región azuerence, la isla Iguana, ubicada en el distrito de Pedasí, es más que aguas cristalinas y arena blanca, si no que representa uno de los sitios con mayor biodiversidad de esta región del país.
La isla, un refugio de vida silvestre, no escapa a afectaciones producto de la contaminación por desechos, entre otras actividades que en ocasiones ponen en peligro a algunas de las especies que en ella habitan.
Tal es el caso de los arrecifes de coral, que aunque desempeñan funciones vitales para los ecosistemas marinos y costeros, no escapan a amenazas como el blanqueamiento, consecuencias de las acciones humanas como la sobrepesca y la contaminación.
Evelin Romero, encargada de la reserva de vida silvestre de isla Iguana, indicó que ha sido necesario realizar diligencias de eliminación de desechos sólidos que afectan el bienestar de los corales, por consiguiente de las especies asociadas a los mismos.
Según dijo, a través de jornadas de limpieza realizada por buzos, ha sido posible encontrar y retirar plásticos, llantas, redes de pesca y líneas de pesca, entre los corales.
“Miles de animales marinos dependen de los arrecifes de coral para sobrevivir, incluyendo algunas especies de tortugas marinas, peces, cangrejos, camarones, medusas, aves marinas, estrellas de mar y muchas más. Además de proporcionar refugio, zona para desove y protección ante los depredadores”, agregó Romero.
La experta indicó que el calentamiento global, la sobrepesca y el estrés, provoca afectaciones a los corales, lo que agudizaría la problemática eliminando importantes vínculos de la cadena alimenticia y privando a algunas especies de peces y crustáceos de lugares para desarrollarse.
Según informó, se realiza cada año esta actividad de eliminación de desechos que se acumulan en las colonias de corales, arrastrados por los fuertes oleajes desde las desembocaduras de los ríos, que muchas veces son áreas colindantes con vertederos, lo cual deteriora o provoca la disminución o su muerte.